quarta-feira, 20 de janeiro de 2010

Relato Direto de Porto Príncipe, Haiti

As Companheiras (os) para conhecer o relato abaixo da equipe do Centro Cultural POVEDA da República Dominicana, entidade filiada ao CEAAL, sobre a situação do Haiti logo após o terremoto.
O mesmo foi enviado por Rita Ceballos, Diretora Geral do POVEDA, para Nádia Rodrigues associada da EQUIP, Escola de Formação Quilombo de Palmares.
Recebi com a recomendação de divulgar.


Enviada: 15/01/2010 19:48

Nadia, hace unas horas que llegué desde Puerto Principe. Una catastrofe.
Estamos trabajando para apoyar. Te comparto las primeras impresiones. Rita.

Caos en Haití:

Ante la catástrofe acontecida en Haití, un equipo del Centro Cultural
Poveda sale desde la ciudad de Santo Domingo hacia la frontera sur
dominicana, Jimani, para intentar llegar a la ciudad de Puerto
Príncipe con la intención de apoyar las acciones de ayuda. Jacinto
Sencion, Vladimir Cruz y Stervin Alexis llegan a Puerto Príncipe y
se encuentran con el caos, el dolor del pueblo abandonado y sin
auxilio. Recorrieron la zona afectada por el terremoto ocurrido al
finalizar la tarde de día 12 de Enero con epicentro en la ciudad de
Carrefour, Puerto Príncipe, Haití.

Llegamos el miércoles 13 a la frontera siendo las dos de la tarde.
Al llegar a la frontera encontramos en fila 10 unidades móviles de
Salud pública y 9 cocinas móviles del plan social de la presidencia y
la unidad de socorro de la defensa civil dominicana. Todos estaban
paralizados a la espera de órdenes superiores.

Durante nuestro recorrido hacia Puerto Príncipe se empezaba a ver la
magnitud de lo que estaba ocurriendo en Haití. Miles de personas
deambulando por las calles buscando sus familiares, huyendo de los
escombros, angustiados, con miedo. Durante nuestra estancia sentimos
dos replicas, la tierra se movía con fuerte intensidad y la gente
corría como un éxodo masivo por alejarse del riesgo a ser víctimas
mortales. El pueblo intentaba huir desesperado, clamaba a Dios
misericordia, se arrodillaba, alzaba sus manos y lloraban.

Mientras más nos acercábamos al centro de la ciudad la situación era
más caótica: todo destruido, cientos de muertos amontonados en las
calles (observábamos cadáveres en la aceras), los hospitales
abarrotados de persona; se confundían los heridos y los muertos;
personas atrapadas debajo de los escombros pidien do auxilio, mientras
familiares y amigos les consolaban y acompañaban, les cuidaban del
sol. No había equipos y maquinarias para el rescate. Solo esperar
que llegaran. Durante nuestro trayecto, de cinco horas, solo vimos
una pala mecánica y un greda.

Los cadáveres en las calles, la gente bajos los escombros (hombres,
mujeres, niños, niñas) esperando ayuda, esta realidad se repetía y
repetía mientras seguíamos nuestro recorrido, cada vez con más
crudeza.

La cárcel pública esta devastada totalmente y los cadáveres arrumbados
en la acera; vimos edificios de instituciones internacionales como la
ONU y otros organismos total y parcialmente destruidos.

Las personas se quedaron sin casas, la mayoría están en las calles las
calles, las que le quedo algo están con miedo a entrar a sus casas
nuevamente.

Repetimos con tristeza e indignación que no observamos eq uipos masivos
de rescates ni las maquinarias necesarias para socorrer a las
personas, estuvimos hasta las 8:30 de la noche, hora dominicana, en
Puerto Príncipe. Durante 5 horas de nuestro recorrido solo observamos
una pala mecánica y un gredal para una catástrofe de miles y miles de
muertos y un número inimaginable por rescatar. No observamos de igual
manera la coordinación de acciones por organismos nacionales haitianos
ni internacionales para enfrentar las diferentes realidades que se
presentaban.

En horas de la mañana del día 14 de enero nos encontramos a las 7 de
la mañana con una frontera desolada en la que no se observaba ningún
equipo de socorro y ayuda para pasar hacia la ciudad de Puerto
Príncipe. Se puedo percibir el paso masivo de la prensa nacional e
internacional para dar seguimiento los acontecimientos que se están
viviendo en nuestro hermano país.

Una comisión de la sociedad civil organizada desde Foro Ciudadano, con
asiento en Santo Domingo, retornó a Puerto Príncipe este jueves 14
para intentar hacer contacto con organizaciones haitianas de tal
manera que nos sea posible articular la ayuda.

La realidad en la ciudad de Puerto Príncipe es de tragedia,
devastación, impotencia y miedo. Es imposible salir de ahí sin que el
corazón se desborde en llanto.

Jimaní, 14 de enero 2010, 11:00 a.m

Vladimir Cruz, Jacinto Sención, Centro Cultural Poveda

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